- Elegir libremente el médico y los profesionales de la salud para que me presten la atención que requiera de acuerdo a la disponibilidad existente y el nivel de atención.
- A recibir información clara y sencilla por parte del médico sobre la enfermedad que padezco, así como a los procedimientos y tratamientos que me deba practicar y al pronóstico y riesgos que dicho tratamiento conlleve.
- A recibir un trato digno y humanizado por parte de los profesionales de la salud quienes respetarán mis creencias y costumbres las cuales deben ser orientadas al respeto por la vida.
- A que todos los informes de la historia clínica sean tratados con confidencialidad y secreto y que solo con mi autorización sean conocidos.
- A que se me preste la mejor asistencia médica disponible dentro del nivel de complejidad.
- A revisar y recibir explicaciones de los costos de los servicios recibidos, al igual que le derecho a que en casos de urgencia los servicios que reciba no estén condicionados al pago anticipado.
- A recibir o rechazar apoyo espiritual o moral, cualquiera que sea el culto religioso que profese.
- A que se respete mi voluntad de participar o no en investigaciones realizadas por el personal científicamente calificado, siempre y cuando me hayan enterado de los objetivos, métodos posibles beneficios, riesgos previsibles.
- A que se respete mi voluntad de donar o no órganos para que sean transplantados a otros enfermos.
- A morir dignamente y a que se respete mi voluntad de permitir que el proceso de muerte siga su curso natural.
viernes, 1 de enero de 2010
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